27 de julio de 2009

Tratamientos



La drogadicción es una enfermedad compleja, pero que se puede tratar. Se caracteriza por el deseo, búsqueda y consumo compulsivos de la droga que continúan a pesar de las consecuencias adversas y graves que resultan. Para muchas personas, la drogadicción se vuelve crónica, con la posibilidad de recaídas incluso después de largos períodos de abstinencia. De hecho, las recaídas en el abuso de drogas ocurren en proporciones similares a las de otras enfermedades crónicas bien definidas como la diabetes, la hipertensión y el asma. Es posible que la adicción, como enfermedad crónica y recurrente, requiera varios episodios de tratamiento antes de que se logre la abstinencia ininterrumpida. A través de tratamientos individualizados, las personas que sufren de la drogadicción pueden recuperarse y llevar vidas productivas.


El objetivo final del tratamiento para la drogadicción es conseguir una abstinencia duradera, pero los objetivos inmediatos son reducir el abuso de las drogas, mejorar la capacidad de funcionamiento del paciente y minimizar las complicaciones médicas y sociales del abuso de las drogas y la drogadicción. Al igual que las personas con diabetes o con una enfermedad cardíaca, las personas que están en tratamiento para la drogadicción necesitan cambiar su comportamiento y adoptar un estilo de vida más saludable.


Bases para un tratamiento eficaz.


Las investigaciones científicas realizadas desde mediados de los años setenta muestran que el tratamiento puede ayudar a muchas personas a cambiar comportamientos destructivos, evitar las recaídas y apartarse exitosamente de una vida de abuso de sustancias y drogadicción. La recuperación de la drogadicción es un proceso a largo plazo que con frecuencia requiere que el paciente tenga que someterse a tratamiento en múltiples ocasiones. Basándose en estas investigaciones, se han identificado los siguientes principios clave que deben formar la base de cualquier programa de tratamiento eficaz:
· No hay un solo tratamiento que sea apropiado para todas las personas.
· El tratamiento debe tener acceso fácil.
· El tratamiento eficaz atiende a las distintas necesidades de la persona, no solamente su drogadicción.
· Se debe evaluar frecuentemente el plan de tratamiento y de servicios de cada persona, modificándolo cuando sea necesario para que se ajuste a cualquier cambio en sus necesidades.
· La permanencia en el tratamiento durante un período adecuado de tiempo es esencial para su eficacia.
· La consejería y otras terapias conductuales son componentes esenciales de prácticamente todos los tratamientos eficaces para la drogadicción.
· Para cierto tipo de trastornos, los medicamentos constituyen elementos importantes del tratamiento, especialmente cuando se dan en conjunto con consejería y otras terapias conductuales.
· Las personas drogadictas o que abusan de las drogas y que también tienen trastornos mentales deben ser tratadas para ambos tipos de trastornos de forma integrada.
· El manejo médico del síndrome de abstinencia es apenas la primera etapa del tratamiento para la drogadicción y por sí solo hace poco para modificar el consumo de drogas a largo plazo.
· El tratamiento no necesita ser voluntario para ser eficaz.
· Se debe vigilar continuamente para detectar el posible uso de drogas durante el tratamiento.

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Cita:

La Organización Mundial de la Salud define una droga como una sustancia (química o natural) que introducida en un organismo vivo por cualquier vía (inhalación, ingestión, intramuscular, endovenosa), es capaz de actuar sobre el sistema nervioso central, provocando una alteración física y/o psicológica, la experimentación de nuevas sensaciones o la modificación de un estado psíquico, es decir, capaz de cambiar el comportamiento de la persona.